El entrañable Alejandro “Bocha” Sokol, músico y militante de la libertad que dejó una enorme huella afectiva en nuestra ciudad ya tiene su propia estatua en Hurlingham, la localidad del oeste del Gran Buenos Aires que lo vio nacer.
La iniciativa surgió de la mano de su músico y amigo, Marcelo Fiori Quercetti, quien encargó la estatua y la donó al municipio para que fuera emplazada en la esquina Jauretche y Remedios de Escalada, en la puerta de la Estación de Trenes de dicha ciudad, justamente en el día de ayer, cuando el Bocha hubiera cumplido 63 años.
El proyecto fue pensado hace más de un año, cuando Fiori se contactó con Adrian Bachi Delorto, quien comenzó a realizar la figura en Córdoba, que luego permaneció en guardada en un depósito de Valentin Alsina, a la espera de la habilitación para poder instalarla en la localidad de Hurlingham.
«El ‘Bocha’, en Hurlingham, era super importante. Una personalidad que andaba por todos lados, con una humildad y una modestia de buen vecino. Tuve la grata suerte de vivir a la vuelta de su casa. Supongo que eso también fue un disparador” expresó Fiori a la revista Rolling Stone.
Respecto a su idea, explicó a ese medio que ni bien la dio a conocer «Me empezaron a llover mensajes. Fue una gestión del municipio y de Nación, por medio de Ferrocarriles Argentinos. Nos volvimos de la playa y ahora está ahí, en la puerta de la estación de tren, a dos cuadras de lo que era su casa»
Quizás también podría tener la propia en nuestra ciudad, otro de los lugares que tuvo el placer de hospedarlo en su tierra.